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La parroquia de Porcuna en "Lápida templaria"

En la pag. 339 hablan de Justino Flores a quien en la ficción de la novela se llama Justo Florián:

 

“-Pero lo más interesante – prosiguió Isabel- es que diseñó la iglesia de Porcuna, la que sustituiría a la primitiva , la edificada por los calatravos.

-Creía que la habían edificado los calatravos en el siglo XIII – dijo Iñiguez.

- La primitiva sí, pero ésta tuvo una larga historia. Luego fue remodelada en 1534, siempre bajo la dirección de los calatravos, pero en 1872 amenazaba ruina y fue cerrada al culto. Justo Florián como arquitecto diocesano, trazó los planos de la nueva iglesia en 1888, en estilo bizantino, pero fue el hijo el que se encargó de llevar a cabo la obra. Según el estudio preliminar del proyecto. Justo levantó incluso los cimientos y la cripta de la antigua iglesia, aunque estaba en perfecto estado, con el fin de aprovechar los mampuestos y sillares como material constructivo para la nueva.

- ¿No estaría buscando algo? Desmontar una cripta en buen estado parece excesivo.

- Sabemos lo que estaban buscando todos ellos: el secreto de Verginius y los templarios – dijo Pío -. Lo buscan en distintos lugres sin éxito y en 1912 deciden deducirlo a partir del material localizable.”

Página 402

 

-         ¿ Y usted cree que el hijo de Justo Florián escamoteó la lápida?

-         Lo sabemos positivamente porque intentamos negociar con él. Al final llegamos a la conclusión de que pensaba ocultarla en la cripta de cierta iglesia, pero esta cripta nunca llegó a construirse. Todos los indicios apuntan a que la lápida resultó destruida durante la guerra civil.

-         ¿De qué iglesia habla, si puede saberse?

-         No es ningún secreto. Justo Florían diseñó, con las medidas sagradas, una iglesia bizantina. En Porcuna. El templo sustituiría a otro anterior edificado por los calatravos que estaba muy deteriorado. Su hijo concibió la idea de que la cripta de esta iglesia fuese el santuario del Shem Shemaforash. No obstante la cripta nunca llegó a construirse y la lápida fue a parar al panteón de Arjona.

 

 

“La lápida templaria “ de Nicholas Wilcox (al parecer seudónimo de Juan Eslava Galán)  Editorial Planeta 1996.

En la pág. 263 se cita entre los edificios construidos por los calatravos de planta octogonal la torre de Porcuna, dándose en las páginas anteriores 260 a 263 las razones cabalísticas y esotéricas por las que los templarios y calatravos dieron a iglesias y edificios tal planta.

Curiosidad enviada por: Antonio Recuerda Burgos


Nota de Felipe Romero a esta curiosidad literaria:

Autor: Nicholas Wilcox.
Libro: Trilogía templaria I: Los falsos peregrinos.

En este libro, dos templarios, acompañados de dos españoles, atraviesan España, y cruzan el estrecho.

Estos dos españoles, son un joven y su criado.

El joven es el hijo del "Señor de Alharilla". En el libro se nombra en varias ocasiones a Arjona, Porcuna, la romería de Alharilla y la romería de la Virgen de la Cabeza.

Si no recuerdo mal, al final del libro, al joven le dan en herencia el "Cortijo de Cotufre" (creo), que (si no me equivoco), esta en Arjona.

Yo creo que el tal Nicholas Wilcox existe realmente, lo que no tengo claro es si escribe realmente los libros, o los escribe su amiguete Juan Eslava.